domingo, 25 de noviembre de 2007

CUENTACUENTOS XXX - TERROR DESCAFEINADO











Siempre se me había antojado la sensación de sentirme como un príncipe en los aposentos reales de un Castillo, así que decidí cumplir mi sueño desde la infancia y buscar un alojamiento con éste tipo de encanto y por una noche poder vivir en un ambiente y una atmósfera única entre sus muros de piedra.

Elegí ésta ciudad, porque a pesar de que ya la conocía, se necesitan varios días para verla, aunque en uno sólo el viajero puede empaparse de su belleza y recrearse de su espíritu medieval o el laberinto de calles, plazas y pasadizos bajo el poderío del Fortín.

El gran Castillo del siglo XII, antigua residencia de señores y obispos, aunque ha sufrido muchas modificaciones en su estructura, mantiene aún toda su gallardía de antaño con sus almenas y torreones perfectamente restaurados, convertido hace tiempo, en Parador Nacional de primera categoría.

En un caluroso domingo de Agosto en que parecía que nada podía estropear el bonito amanecer y tras visitar la ciudad, lo mas apetecible era un recorrido por la fortaleza.

Todo el conjunto arquitectónico es digno de ser visitado. Desde las almenas se divisa el panorama completo de la ciudad. Una puerta en la muralla introduce en el patio de armas, provisto en su centro de un hondo pozo suministrador de agua, imprescindible para resistir largos asedios y en los interiores destaca el impresionante Salón del Trono o el Salón Rojo, en el que impartían justicia los obispos.

Hay que destacar que dispone de una antigua capilla y una celda donde algunos dicen que vivió, hasta el momento de su destierro, Doña Blanca de Borbón, esposa repudiada por Pedro I el Cruel, aunque otros aseguran que fue en una de las torres donde permaneció en calidad de prisionera por impago de 25.000 florines.


Tras una abundante cena de huevos con migas, uvas y picatostes me retiré a mi dormitorio. Me cuestionaba si había merecido la pena pagar tanto dinero por dormir en la impresionante y lujosa habitación con camastro de dosel de tres metros por tres metros que decían albergó el destino de tan ilustre Dama.

Mientras contemplaba desde el pequeño ventanuco de la torre que aún lleva su nombre la ciudad a mis pies, empecé a sentirme inquieto y con una sensación de soledad mística y me tumbé en la cama imaginando misterios medievales y leyendas lúgubres con el cuerpo lógicamente cansado por el viaje, cuando me debí de quedar dormido.

Siempre fui escéptico a las apariciones y sin ninguna inquietud por éstos temas.

Pero poco antes del amanecer, me desperté sobresaltado y empapado en sudor, en un principio achacado
a los excesos de la cena y a una mala digestión. Estaba mirando el reloj, confuso y mareado cuando escuché un ruido, algo como un susurro incomprensible procedente del pasillo y mezclado con música suave de órgano.

No soy hombre de dudas, pero si de curiosidad y en ese momento me he encontrado ante el dilema de mirar o no mirar. Finalmente el instinto ha hecho que me asomara tras esa puerta, para ver que pasaba con cierta ansiedad e impaciencia.

Las luces estaban apagadas en la larga galería, sólo iluminada por las tenues luces nocturnas de emergencia que la mostraba algo lúgubre. Me parecía escuchar ese sonido al fondo, como si alguien me llamara o quisiera atraerme hacia algún sitio en una segunda dimensión con una frase no demasiado perceptible.


Sentía una especie de escalofrío, pero como nunca he creído en seres inanimados, nada podían hacerme. Me intrigaba enormemente saber qué o quién provocaba aquél ruido y decidí echarle huevos y ver que era.

Avanzaba silencioso por la penumbra, mientras pensaba que no habría en aquello nada de extraño ni sobrenatural. Bajé lentamente por las escaleras que llevaban al primer piso y caminé unos pasos.


Estaba a escasos metros de la antigua y extraña capilla que había visitado horas antes, cuando sentí un retazo extraño tras de mí, una visión pálida y luminosa apareció de súbito en mitad de las escaleras mientras un ambiente enrarecido e incómodo empezaba a envolverme.

Quise tranquilizarme y serenar mi espíritu asustado, pero su presencia entre las sombras mirándome, hizo que mi corazón se acelerara con descontrol.

De repente escuché la voz de aquél espectro. Una voz apagada y tenebrosa que pregunto seseando "¿deseas morir?" y luego soltó una especie de carcajada infantil.

Me llevé la mano a la boca hasta ahogar el grito sin alcanzar a responder. Tenía tanto miedo que salí corriendo, corrí aterrorizado por los pasillos infinitos entre tapices y armaduras, mientras aquellas palabras seguían dando vueltas en mi cabeza angustiada.

Podía sentir su respiración como un viento helado en el cuello mientras corría pero me paraba y allí no había nadie.

Respiré hondo cuando por fin conseguí llegar a mi habitación con los nervios a flor de piel, la sensibilidad crispada y la capacidad de alerta al máximo por la carga emocionál.

Una vez dentro grité acojonado como nunca, empujando con todas mis fuerzas contra la puerta intentando sujetar no sabía muy bien qué, en una lucha interna entre el pensamiento lógico y el intuitivo. Luego continué resoplando mientras lloriqueaba "Nunca debería de haber..."

Me senté con el fin de serenar mi cuerpo frenético y agitado, tratando de pensar en otra cosa cómo que todo era falso o que quizá aquello sólo era un espíritu bueno y juguetón, aunque diera tanto miedo.

De nuevo la carcajada sonó desesperada e incómoda y allí apareció donde antes no había nada, donde yo sabía que no tenía que haberlo, clavándome sus ojos y preguntando otra vez "¡¿quieres morir?!". Se acercaba hacía mí entre dejando ver un frío destello de acero.

La miré atónito y sin poder articular palabra, en esos momentos angustiosos me desmayé, lo último que recuerdo es su vaho en mi cara y la música ensordecedora retumbando en mi cabeza.

Ahora me acabo de despertar con muchos interrogantes y atormentado por esa pesadilla.


Con la mano aún temblorosa intento escribir éstas líneas, me gustaría describiros lo que ven mis ojos en éstos momentos, pero siento no poder hacerlo por ser tan inexplicable como incoherente. Prefiero no decir nada, el secreto es demasiado espeluznante y debe de morir conmigo. Con una muerte ya es suficiente, c
reerme es mejor así.

Solo una cosa... ¡Tener mucho cuidado con los alojamientos con encanto a los que vais y lo que guardan sus venerables muros!.


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martes, 20 de noviembre de 2007

EL CUENTACUENTOS SIEMPRE EN EL BANDO DE LOS NIÑOS



20 de Noviembre de 2007 (Día Internacional del Niño)

El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación.

Los niños son todo lo que necesitan ser. Son ellos mismos. Dejémoslos que puedan ser exactamente lo que son.



¡Y AQUÍ NO HAY CUENTO!



Declaración de los Derechos del Niño
Proclamada por la Asamblea General en su resolución 1386 (XIV), de 20 de noviembre de 1959:

Principio 1
El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.
Principio 2
El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.
Principio 3
El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
Principio 4
El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
Principio 5
El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.
Principio 6
El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.
Principio 7
El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.
El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres.
El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.
Principio 8
El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.
Principio 9
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata.
No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
Principio 10
El niño debe ser protegido contra las práticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.



miércoles, 14 de noviembre de 2007

CUENTACUENTOS XXIX - MINUETO DE RENACIMIENTO



El camino era tan estrecho que se hacía difícil caminar erguido sin caer.

Deambulaba alrededor de la cúpula en busca del canto de las Musas, disfrutando de las vistas y contemplando el atardecer con el reflejo del sol en el agua del Arno a su paso por el Ponte Vecchio pensando que iba a hacer con aquella roca.

El ocaso confería a la ciudad tonos rojizos y anaranjados repletos de inspiración y color.

El artista presa del circulo de los poderosos de la época, había sido arrancado de su paraíso a cambio de fama. Viéndose inmerso en una vida marcada por los contratos con papas, príncipes, comerciantes, navegantes y picapedreros junto al peligro a la condenación.

El oficio de escultor no comenzaba en el taller, sino en las canteras de mármol, había que dar el visto bueno, vigilar su traslado, o incluso trazar carreteras y fletar las barcas necesarias para enviar la piedra a su destino.

Quería realizar un buen trabajo dando más de lo que se esperaba de él, aunque casi no disponía de tiempo, ni siquiera para comer. Cuando se enfrascaba en una obra se alimentaba prácticamente de un trozo de pan mientras trabajaba, dormía poco y casi siempre vestido.

Las continuas luchas de derrotas y victorias con sus contemporáneos y un trabajo que le desbordaba amenazaban casi siempre la conclusión de sus obras.

Recordó años atrás su primer encuentro, cuando la vio por primera vez caída en el patio del Duomo, se acerco y puso las manos sobre ella intentando sentirla, luego pegó el oído al mármol y dijo:

- Dentro hay alguien que quiere salir.

Aquellas palabras habían quedado varadas inquietas en su mente en una idea de cómo representar su espíritu y el de la roca y la ciudad a la vez. El vigor, la inteligencia y la maestría del pequeño estado frente a los poderes.

El alba de una contienda creativa llevaba a grandes despliegues de genialidad en rivalidad con Rafaél o Leonardo y la creencia en el individuo como expresión de la nueva era impulsaba para fusionar el sentimiento con la belleza, conjugar el vigor con la fuerza y la armonía.

Volvió a recostarse sobre el gigante y ésta vez le habló, o quizá sólo fuera el rebote de la congoja de su alma prisionera lo que escuchó en realidad, que en su interior latía víctima de la insatisfación y las pesadas cargas que junto a la piedra compartía.

Entonces esculpió con rabia, frenético sintiéndose presa del gigante del poder. Golpeó con toda su fuerza y su fe, ajeno a las puntiagudas filigranas que le atacaban desprendidas por el cincel.

Sentía que no debía nada a nadie, tampoco había hecho nada y nada indicaba que lo fuera a hacer, pero estaba inmerso en las convulsiones políticas y en las intrigas de su tiempo irremediablemente .

Sería su obra, igual que su corazón: erguido, pero con súbitas sacudidas de movimiento y no representando la acción sino el impulso moral y la tensión interior de su alma.

Así debió de surgir el paradigma de la belleza de la anatomía humana, los sentimientos que se ocultan bajo un gesto terrible de tensión.

En movimiento contenido, la pasión del rostro de figura que respira casi jadeante a la espera de un acontecimiento culminante con una gran sensación de vida interior, la expresión fuerte, dramática y la oposición temática continua entre la luz y las tinieblas de la propia vida que terminó convirtiéndose en obra maestra desafiando a Roma.


El arte es la expresión de alma que desea ser escuchada.


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domingo, 11 de noviembre de 2007

CUENTACUENTOS XXVIII - ¿QUE HACES?






- ¿Qué haces?
- Ver porno.¿y tú?
- Pensaba en ti.
Una trivial y cotidiana conversación entre dos amantes en una bonita y colorida mañana de primavera, pero incolora para Casilda y Baldomero, que se deseaban en paliducho blanco y negro en la distancia.


-... Te imaginaba como una loca suponiendo la escena con un cosquilleo entre las...¡UM! al sospechar tus atributos y tu potente aparato, ¡que me estoy poniendo enferma!.

- Yaa, pero yo luego tendré que culminarlo con abochornado para mitigar de alguna manera mi apetito sexual.....

- ¡No me importa guapo, ese es tu problema!, que yo ya tengo bastante con lo mío y con seguir sufriendo pensando en tu trapío. Mientras, te soñaré imposible en gris perlado, escuchando a la Pastora para no estresarme demasiado y evitar que se me ponga mala leche.


Y así siguió Casilda tumbada plácidamente en su cama de agua a lo suyo, intentando relajarse para no meditar demasiado leyendo una poesía en voz alta y con voz profunda:

CASILDA DE MADRUGADA
Cuando te acuerdes de mi cuerpo
y no puedas dormir
y te levantes medio desnuda
y camines a tientas por tus habitaciones
borracha de estupor y de rabia
en algún lugar de la Tierra
yo andaré insomne por algún pasillo
careciendo de ti toda la noche
oyéndote ulular muy lejos y escribiendo
estos versos degenerados.
Felix Grande.

-..¡Chssss chiquillo!.Y no me hagas esa faena de llevarme al tentadero, ni me digas esas cosas qué me subes los colores y haces que los laúdes en mi alma lloren notas de amor dibujando corazones en el aire y volviéndome tan loca que hasta digo ¡ummmmm!, cuando debería decir ¡muuuuuuuu!.

Con los tiempos que corren es a veces para volverse majara y ya ni el amor es lo que era y así pasaban los días felices o no, que en realidad tampoco le importaba a nadie, viviendo su amor platónico y con el colorín colorado.



50 años del toro de Osborne.

lunes, 5 de noviembre de 2007

CUENTACUENTOS XXVII - UNA MANCHA







Una mancha de vino en el mantel. ¡Tienes que verlo!. ¡Te espero en 45 minutos en la puerta del Prado!.

- Sí, pero díme ¿que es?. Además hoy tengo otros planes...

- No puedo decirte más o no vendrás, es itinerante, en dos horas acaba y se va a París. ¡Date prisa!.


Me hubiera gustado preguntarle algo más, pero ya me había colgado el teléfono.


Siempre así, tan misterioso como interesante. Nos unía una sincera amistad desde que unos años atrás había sido mi Tutor, además de profesor de Literatura y Humanística entre otras asignaturas que con él resultaban fascinantes.

Nuestros gustos coordinados hacían que el viera en mí a su más ferviente seguidora, capaz de escalar el Big Ben, sí me lo hubiera pedido argumentando que se trataba de algún experimento científico o literario.

Yo, hechizada siempre por sus vivencias le escuchaba embelesada y allí estaba camino del Museo, sin saber que iba a ver con aquella mancha emborrachándome el cerebro, debía de tratarse de una exposición pero, ¿de quién?. ¿Dalí, Miró, Picasso, cualquier cosa podía ser la misteriosa mancha.

Caminaba con nerviosismo de un lado a otro de la acera, mirando el reloj con sus gruesas gafas de pasta negra cuando me vio a su lado.

- ¡Hola Gustavo!, ¿que pasa?.

- Vamos..vamos que nos cierran. ¡Ya te lo he dicho!...

Casi sin saludarme, y llevándome en volandas entramos por una pequeña puerta lateral a una especie de pasillo semi-iluminado, ya había caído en su trampa cuando vi aquél objeto delante de mí.

- Pero, ¿Que es ésto?. ¿Donde me has traído?

- Calla, ¡calla que nos van a echar!.

- ¡Que horror, no tendremos esa suerte!.

Hablaba en voz baja pero muy circunspecto mientras me empujaba y señalaba "cacharros" ante mi angustiosa mirada.

- No, verás ésto no lo hago para hacer apología, sino para que puedas contrastar datos, acercándote sin prejuicios para poder tomar una posición adecuada.

- Vamos a intentar reconstruir la mentalidad de una sociedad que pretendía unificar la fe y defenderla de la ruptura protestante, y abordar el tema desde sus aspectos más beligerantes.

- Hay que fraguar la idea de que la herejía era equivalente al delito de "lesa majestad", es decir atentar contra la vida del Rey o el Divino. Las autoridades civiles tomaban en consideración el peligro social de la disidencia religiosa, al ver en el hereje al gran contaminador y enemigo de la salvación del alma. Claro las circunstancias hace 500 años eran otras.

- Empieza la leyenda negra en el reinado de Isabel y Fernando en lo que podría considerarse la cruz de la cristianización en América, con la persecución de falsos conversos de origen judío para cometer abusos y confiscar sus bienes, aún a costa de torturas terribles y métodos intolerables utilizados por eclesiásticos.

- Eran los métodos de la época y habituales en otros países. En muchos casos, los acusados eran condenados solamente al ayuno. Con frecuencia la sola visión de la cámara y de sus taciturnos guardianes bastaba para que el reo se retractara. Según el consejo de la Suprema, nadie podía ser torturado más de dos veces y las sesiones no debían de exceder de 15 minutos. Un poderoso medio de imponer la unidad política y religiosa.

- ¿No te parece, que la Inquisición podría considerarse la mancha de vino en el mantel del juicio de Dios en la tierra?.

Haciendo de "tripas corazón" habíamos llegado al último objeto, era la pera tenía instrucciones y todo:

MODO DE USO:

1.- Introducir por el orificio elegido.

2.- Abrir la pera lentamente hasta conseguir la confesión del reo o rea.

Hubiera querido hacer un comentario poético, pero se me revolvían las entrañas y habló por mí la ironía, ante lo repulsivo y siniestro:

- El manejo parece sencillo, hasta un niño podría....

Hay que estar mal de arriba para inventar esos cacharros. ¡Que espanto!, tuve sueños (que no fueron nada buenos), durante más de una semana por el concepto erróneo de libertad religiosa vigente en aquella época.

Nada justifica atentar contra la dignidad humana, con el uso de la violencia al "servicio" de la "verdad".

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