Bueno, en realidad no es azul, sólo nos lo parece.
Cuando lo observamos de lejos lo apreciamos en su conjunto azul, pero luego al coger el agua entre nuestras manos, vemos que en realidad es incolora.
Se trata de un efecto luminoso un tanto complejo. El agua filtra la luz tomando una tonalidad azulada, por ser la que mejor perciben nuestros ojos. Al hablar de gran cantidad de agua concentrada como en el mar, la percepción del azul es más intensa.
La luz se dispersa en un abanico de colores con diferente longitud de onda:
- Larga (el rojo, naranja y amarillo).
La luz se dispersa en un abanico de colores con diferente longitud de onda:
- Larga (el rojo, naranja y amarillo).
- Corta (el azul y el violeta).
El mar absorbe las ondas de el rojo, naranja y amarillo mejor que el azul y el violeta que rebotan y son captadas mejor por el ojo humano.
El mar absorbe las ondas de el rojo, naranja y amarillo mejor que el azul y el violeta que rebotan y son captadas mejor por el ojo humano.
En ese momento Pepito rompió a llorar.
- ¿Es que no lo entiendes?. Es normal, eres un poco pequeño.
- Sí que lo entiendo, pero me gustaría que fuera de otra manera más mágica, algo como un cuento...
Pepito es mi sobrino favorito, un amor, pero está en esa edad en que se tiene una insaciable sed de conocimientos y se cuestiona el porqué de todo. No es que sea ruin y cruel cuando me somete a una batería de preguntas de las suyas, sólo es que necesita informarse.
- ¿Es que no lo entiendes?. Es normal, eres un poco pequeño.
- Sí que lo entiendo, pero me gustaría que fuera de otra manera más mágica, algo como un cuento...
Pepito es mi sobrino favorito, un amor, pero está en esa edad en que se tiene una insaciable sed de conocimientos y se cuestiona el porqué de todo. No es que sea ruin y cruel cuando me somete a una batería de preguntas de las suyas, sólo es que necesita informarse.
Tampoco siempre hace falta darle las respuestas "correctas", basta con participar de sus preguntas y cuando se pone tozudo como una mula, lo mejor es improvisar sobre la marcha y estar a la altura de su ansia elemental de descubrir la naturaleza, o sino estará toda la tarde dando el tostón.
- De acuerdo...
- De acuerdo...
- Un día el oponente a la presidencia del Mar, Sr. D. Rascacio Espinardo, en pre-campaña electoral decidió convocar a los representantes de las profundidades para a cambio de votos a su favor, proponer un cambio en el color del mar.
En un acto virtual organizado por su partido, quiso hacer una consulta sobre el posible nuevo color, para luego proponer al Gobierno Marino tomar las medidas oportunas a su iniciativa.
Los reunió en su totalidad en los deshabitados y tranquilos arrecifes tropicales coralinos y allí abrió el debate, provisto de un moderno foco de colores para ambientar mejor la exposición.
- A ver Ilustres Peces. ¿Que les parecería el mar de color rojo?.
Los reunió en su totalidad en los deshabitados y tranquilos arrecifes tropicales coralinos y allí abrió el debate, provisto de un moderno foco de colores para ambientar mejor la exposición.
- A ver Ilustres Peces. ¿Que les parecería el mar de color rojo?.
Todos pusieron cara de susto, pues el colorado les recordaba la sangre y el fuego, se percibía mal ambiente y rápido tocando el mandó cambió de tono.
- ¿Y que tal verde?.
- ¿Y que tal verde?.
Entonces avanzó el Pez Verde procedente de las praderas marinas y nadador incansable hasta situarse nervioso en el centro de todas las miradas.
- ¡Verdoso no puede ser, demasiado erótico y lujurioso, además se confundiría con los prados y los campos!, afirmó contundente, mientras todos los presentes asintieron.
- ¡Amarillo!, sugirió entonces el Lenguado.
- ¡Imposible!, dijo el Pez Luna que observaba desde arriba lo que ocurría, tomando el Sol sobre su costado plateado.
- El Rey Astro se podría enfadar con nosotros, ante tal sacrilegio.
- Rosa, rosita apuntó la presumida Estrellita de Mar, toqueteando el foco.
- ¡No sería justo!, dijeron al unísono los representantes de los salmones y salmonetes levantando pequeñas nubes de fango por la excitación y el lógico nerviosismo.
- ¡Verdoso no puede ser, demasiado erótico y lujurioso, además se confundiría con los prados y los campos!, afirmó contundente, mientras todos los presentes asintieron.
- ¡Amarillo!, sugirió entonces el Lenguado.
- ¡Imposible!, dijo el Pez Luna que observaba desde arriba lo que ocurría, tomando el Sol sobre su costado plateado.
- El Rey Astro se podría enfadar con nosotros, ante tal sacrilegio.
- Rosa, rosita apuntó la presumida Estrellita de Mar, toqueteando el foco.
- ¡No sería justo!, dijeron al unísono los representantes de los salmones y salmonetes levantando pequeñas nubes de fango por la excitación y el lógico nerviosismo.
- Eso perjudicaría la imagen de nuestros clientes.
- ¡Blanco!, dijo alguien.
Y el alboroto fue generalizado.
- ¡Quedaría lechoso y pálido!, podía escucharse entre murmullos.
El foco se apagó y todo quedó sombrío y oscuro.
- ¡Blanco!, dijo alguien.
Y el alboroto fue generalizado.
- ¡Quedaría lechoso y pálido!, podía escucharse entre murmullos.
El foco se apagó y todo quedó sombrío y oscuro.
Todos comenzaron a gritar aterrados al pensar que se trataba de la marea negra o de un adverso y negroide vertido petrolífero de los humanos.
Y así fue como decidieron por unanimidád que el azul debía de seguir siendo el color del mar mi querido Pepito. Además el azul representa la lealtad, la confianza, la sabiduría, la inteligencia, la fe, la verdad, el cielo eterno y bla, bla, bla...
Por fin a la cara del niño asomó una sonrisa satisfecha, que yo recibía aliviada e incluso pensando que a veces las preguntas de los niños son mucho más inteligentes que las de los mayores.
Y así fue como decidieron por unanimidád que el azul debía de seguir siendo el color del mar mi querido Pepito. Además el azul representa la lealtad, la confianza, la sabiduría, la inteligencia, la fe, la verdad, el cielo eterno y bla, bla, bla...
Por fin a la cara del niño asomó una sonrisa satisfecha, que yo recibía aliviada e incluso pensando que a veces las preguntas de los niños son mucho más inteligentes que las de los mayores.
- ¿Me quieres Tita?.
- ¡Sí, Pepito mío!.
- ¡Ah!, entonces ahora dime: ¿Por qué es azul el cielo?.
- ¡Sí, Pepito mío!.
- ¡Ah!, entonces ahora dime: ¿Por qué es azul el cielo?.