miércoles, 10 de octubre de 2007

CUENTACUENTOS XXV - .... : ) PALABRAS




Las palabras no significan nada, no son importantes, lo que marca son tus actos, y la coherencia de estos con tus palabras.

Cuando aquella gente llegó al pueblo, nada hacía sospechar que tras su rimbombante apellido y sus exquisitas y acarameladas maneras de adorables vecinos, se escondieran vampiros de guante blanco.

Depredadores de sentimientos que acosaban sin piedad a sus víctimas, extorsionándoles cuando no cumplían sus objetivos por el simple hecho de divertirse y llenar sus aburridas vidas con algo. Ansiosos de romper los sueños ajenos al no haber cumplido los suyos.

Eran personajes de esos que creen que tienen derecho a sacar ventaja de todo, gente de doble cara que infectaba lo cotidiano de estupidez global, levantando falsos testimonios y contaminando la realidad. La inteligencia había fracasado y progresaba sólo la estupidez en sus cabezas.


Pero por mucho que se empeñara Dª. Isabel en contar sin motivo, a la menor ocasión, que su primogénita se casaría al año siguiente o al otro (incluso dando detalles del enlace), o en cotorrear del buen trabajo y lo estupenda chica que era, nadie se lo creía aparte de ella y sus circunstancias.

Sólo había que observar a esa chiquilla, para detectar en su cara que la simple presencia de un hombre la transformaba en una loba desbocada que corría desparramando sus 127 kilos y 23 gramos en busca de presa.


Todo había comenzado cuando la criatura, al cumplir 39 añitos se había dado cuenta, de que las palabras sólo eran eso, y a premisas falsas, conclusiones estúpidas. Con lo del príncipe azul y demás pamplinas, había tirado su adolescencia y juventud soñando entre posters de ídolos y melodías de amados imaginarios, esperando el ansiado momento que nunca llegaba de convertirse en princesa de cuento, para colmo todas las demás tenían hacía ya bastante tiempo novio o marido, excepto el grupo de "amigas" que ella presidía.

Calló en la cuenta de que aparte de descarada, no era simpática y tampoco culta y que hablar de su inteligencia era en vano, por mucho que se empeñara su madre. Así, aquél día comprendió que la vida la había estafado y que sus sueños nunca se harían realidad. Se acercaban amenazadores los 40 y jamás vendría ningún príncipe azul ni de ningún otro color a buscarla montado ni tan siquiera en borrico.

Las lágrimas silenciosas se escurrieron veloces por sus mejillas, pensando en ella y en lo mucho que se amaba. Lloró enrrabietada y desconsolada, durante días, encerrada con la sola compañía de las barritas dietéticas y los clinex, ante el sufrimiento y la impotencia de sus progenitores que sólo querían su "felicidad" a cualquier precio. Se compadeció mil y pico veces de sí misma, e incluso pensó en quitarse la vida, no sin antes matar a toda su familia.

Odiaba a sus padres por haberla engañado, a la humanidad por estar en su contra, a la madre naturaleza por haber sido tan poco generosa con ella. Incluso hasta se odiaba a sí misma por ser tan borde.

Decidió que debía dar un giro radical a su vida y soltarse la melena, dado que Mahoma no aparecía. Pensó con cierto menosprecio en hacerse acosadora para llenar su vacío y todos los hombres (que eran iguales), caerían entre sus piernas sin remedio.

Comunicó la decisión a su gente, que optó en apoyarla e incluso ayudarla, viendo ciertas perspectivas de quitársela de encima y cómo única salida posible.

Y así sin más, ese día se hicieron todos ellos depredadores, bombas de relojería de meter cizaña, pero sobre todo de meter a Isabelita como fuera por cualquier parte. Dado que el mundo estaba en su contra, tenían ciertos derechos y lo importante era la felicidad de la niña, que tras ensayar unos cuantos gestos eróticos en el espejo hasta convencerse de que era irresistible, salió arrebatada a la calle a cumplir su "plan" para recuperar la confianza en sí misma.

Su primera víctima fue el frutero, se puso delante de él y diciéndole un ensayado y profundo "HOOOOOLA",empezó a insinuarse, el pobre muchacho la miró asustado y salio zumbando hacía la tienda y ya nunca fue el mismo. No contenta con eso, acosó al basurero. Luego corrió tras el cartero, gritando histérica que necesitaba un acuse de recibo urgente o al menos un certificado. El hombre que la miraba atónito, huía sin comprender absolutamente nada. Y así siguió y siguió, hasta probar con todos los del pueblo.

Sólo había que ver a ese diablillo, a su madre y a algunos como corrían. Incluso había veces que caían pepinos, nabos y zanahorias de las terrazas al retumbe de su caminar. Y hasta las vecinas la obsequiaban con vibradores y otros pequeños detalles que...

Por mucho que dijera aquella gente, todo el pueblo sabía lo que eran.











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13 comentarios:

Anónimo dijo...

jAJAJAJ, ESO CREO QUE VAMOS A TENER QUE HACER MÁS DE UNA!!!!
Es que no sé que pasa con los hombres de ahora...
Me ha encantado como de costumbre y eso de los ciento y pico con no sé cuantos gramos, te ha quedado muy original.
Jejjej!! Me has alegrado la tarde.
Un besazo.

Klover dijo...

Mmmm...lo he visto un poco desordenado...y cayendo un poquito en el tópico con lo de la solterona en espera del príncipe azul y bla bla bla (a ver cuando enterramos la "leyenda" esta de la debilidad femenina de una vez y acabamos con la princesita que espera a que la rescaten...porque si somos nosotras la que seguimos dandole bombo dificilmente nos vamos a quitar el lastre...) Perdona, lo tenía que soltar, seguramente hayas hablado de ello con el fin de ser más crítica que de otra cosa. El relato es entretenido y tu estilo ha mejorado, aunque sigo pensando que de repente hay un salto que no termina por asimilarse muy bien. Un abrazo. ¡Cuídate!

Anónimo dijo...

Me ha parecido un post muy divertido y original. :P De mayor: acosadora, jejeje.

Saluditos!

Anónimo dijo...

Historia muy rara, no me acaba de convencer cómo lo planteas y en lo que se convierte, aunque tenga sentido...
El mensaje ya es otro cantar que me gusta más.
un besote d fresas!

wannea dijo...

al final que eran???? jo, no me he enterao del final!!!ains, pero me encanta la escena de todo el mundo echandole pepinos y tomates por la calle jajajajaj por lo menos me he reido un huevo!!!bessos

tormenta dijo...

joeee, que surrealista!!!
o_O
me he reido un monton, aunque lo cierto es que no me ha quedado muy clara la cosa..., eran como vampiros psíquicos o algo asi no?
tiene puntos muy buenos, y algunas escenas te las imaginas a medida que las narras, aunque con lo del vibrador lo cierto es que me he perdido.. (le tiraban pepinos por la ventana??? jajajaj me parto!! ^^)
bueno bonita gracias por el rato de risas.
un besito.
pd. como te lo curras para ambientar el blog con las historias que escribes!!

Pedro dijo...

Una historia realmente disparatada. Me ha parecido muy divertida. Además creo que tiene una carga de mala leche e ironia ahí, esperando a levantar unas pocas palabras, para que salte en la cara de todos aquellos que creen en tópico o los que se creen mejore que los demas, o que les asiste alguna especie de derecho divino porque las cosas les hayan ido mal.

Lo de los vecinos tirando nabos, zanohorias y consoladores.... XDXDXDXD


Un abrazo,


Pedro.

Anónimo dijo...

Jaja, totalmente disparatada, te lo digo de verdad, me la imaginaba corriendo detrás de cualquiera uqe se le pusiera por delante. Una locura. Un abrazo

Laura Luna dijo...

Una historia divertida, con un buen sentido del humor y crítica a la idea de la solterona desesperada. La idea está bien, aunque debo decir que este relato no me ha gustado tanto como los otros. No queda muy claro lo de los vampiros; está algo desordenado como apunta Klover. Además, deberías pegarle una revisión, que algunas faltas se te han escapado.

Venga, Luz de Luna, que otras veces has hecho mis delicias ;) Un bajón lo tiene cualquiera.

Besitos,
Mun

Óscar Sejas dijo...

¡La madre de deu! ¿tú me quieres matar de la risa o qué? jajajaja.

¡Qué gran historia!¡surrealista, rara o como quieran llamarla pero simplemente genial!

Todavía me estoy a todo el pueblo corriendo horrorizado y a la gente tirando verduras y otras cosas que no son verduras (venga va...consoladores)

Jajajaja. Un 10 para ti.

¡Un abrazo!

Luz de Luna dijo...

:( lo siento terriblemente,(lo de las faltas) pero me dá un error httm y no lo puedo modificar. :O

:S

Pugliesino dijo...

Contemplaba el fracaso de la inteligencia y decidió retomar la realidad antes que hundirse con ella. Una historia o intrahistoria que en sutil crítica descubre una sociedad enmarcada en aquel pueblo sonrojada ante si misma en donde nuestra protagonista sobrevive.
Palabras e imágenes acertadamente combinadas! Un abraxo

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJ Me he reído bastante.
Es cierto, hay partes inconexas, pero el relato trasunta a una humorista en ciernes.
Creo que lo de la muchacha que espera al príncipe, está bien. El lugar común, sitúa rápidamente al lector en la historia. lo coloca en un terreno conocido. Y, el humor, necesita de eso. Para así, luego, sorprender al lector.

Creo que el relato se merece una relectura de tu parte. Desprenderte de las frases de CC que sean necesarias, para convertirlo en un cuento perfecto y redondito. Que no queden dudas acerca de qué son por no entender.

más allá de este comentario(tambien se merece uno más extenso por mail) hay mucha substancia en él. Y, en vos, una humorista del carajo.

besos, desde mi sur